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lunes, junio 23, 2008

Los violadores

La gente normalmente los trata como a escoria. La sociedad no los admite. La justicia los castiga.
En realidad todos los tios seriamos violadores si no fuera porque tenemos miedo de que nos pillen y nos metan en la carcel.
Y es que hay leyes para sancionar a los violadores que ejercen, como si fueran asesinos. Cuando en realidad solo son personas que lo dan todo a cambio de nada.



Tienen mucho amor en su interior y es de recibo que lo repartan entre las zagalas que lo van pidiendo a gritos, aunque ellas no lo sepan. El violeteador tiene un sexto sentido que detecta a las pilingis que necesitan cariño sin saberlo ellas mismas.
Por lo tanto, hoy solo pido que recen un padre nuestro o un Jesucito de mi vida por estos seres antes de irse a dormir, que a ellos también los quiere Dios, como a los angelitos negros de Antonio Machin.